Jesús le preguntó al paralítico junto al estanque de Betesda: "¿Quieres estar sano?" Parece una pregunta obvia, pero?como dice el P. Mike explica que para que este hombre deseara la curación, tenía que creer que podía ser sanado.

Muchos de nosotros hemos abandonado la idea de que Dios puede cambiarnos de lo que no queremos ser a lo que queremos ser y a lo que creemos que él quiere que seamos. Ya sea una enfermedad, falta de fuerza de voluntad o simplemente falta de capacidad, creemos que nuestro problema es crónico.

La pregunta de Jesús al hombre en el estanque es un llamado a la creencia del hombre de que Dios puede sanarlo. Creer que Dios puede hacer un cambio drástico para mejorar en nuestras propias vidas puede ser la clave para que ese cambio suceda.

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