¿Qué es mejor, ser propietario o administrador? P. Mike nos recuerda la Parábola de los Talentos (¿Mateo? 25:14 -30) mientras señala cómo vernos a nosotros mismos como propietarios no es tan bueno como parece. Cuando nos vemos dueños de algo, nos aferramos más a ello por miedo a perderlo. Cuando nos quitan eso, podemos volvernos resentidos.

Nuestras vidas no nos pertenecen, nuestros cuerpos no nos pertenecen, nuestros hogares no nos pertenecen. Ni siquiera nuestros hijos son nuestros. Dios es dueño de todas estas cosas y no hemos hecho nada para merecerlas. Dios nos los ha confiado. Si vemos todo lo que tenemos como un regalo de Dios, siempre tendremos un motivo para estar agradecidos.

En nuestra cultura, es posible que hayamos sido condicionados a pensar que ser propietarios es el sueño americano, pero ser administrador es mucho mejor. ¿Qué es mejor, ser propietario o administrador? P. Mike nos recuerda la Parábola de los Talentos (¿Mateo? 25:14 -30) mientras señala cómo vernos a nosotros mismos como propietarios no es tan bueno como parece. Cuando nos vemos dueños de algo, nos aferramos más a ello por miedo a perderlo. Cuando nos quitan eso, podemos volvernos resentidos.

Nuestras vidas no nos pertenecen, nuestros cuerpos no nos pertenecen, nuestros hogares no nos pertenecen. Ni siquiera nuestros hijos son nuestros. Dios es dueño de todas estas cosas y no hemos hecho nada para merecerlas. Dios nos los ha confiado. Si vemos todo lo que tenemos como un regalo de Dios, siempre tendremos un motivo para estar agradecidos.

En nuestra cultura, es posible que hayamos sido condicionados a pensar que ser propietarios es el sueño americano, pero ser administrador es mucho mejor.